jueves, 27 de noviembre de 2008

Comida

Vamos a seguir dándole trabajo al corrector ortográfico del Word ¡venga!

Vamos a hablar de… COMIDA:

El pueblo chino es un pueblo muy hedonista, les encantan los placeres terrenales más que a ninguno. Son unos grandes amantes del sexo, les encanta follar y les encanta hablar de sexo y hacer bromas sexuales. Está repleto de putas (no solo para occidentales), sitios de masajes que no lo son, pajillas etc. Cuando pasa una tipa guapa, se ponen a comentar la jugada aún que no se conozcan de nada. Les encanta el juego. Son unos jugadores natos. Montan partidas de cartas o de Mahjong (una suerte de dominó chino) en cualquier parte, aún que estén a medio currar, se junta el obrero con el cartero y el guarda de trafico con uno que pasa por ahí y hala, partida al canto, a jugarse los duros.

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En casi todos los bares y discotecas hay dados, con los que juegan a ver quien saca no se que hay que sacar y beben. Como el juego del duro pero en chino. Incluso en The Wall cuando entras te dan unas fichas de casino para que te juegues la bebida con los amigotes en una mesa que hay dentro. Total, hay barra libre…

Mao y el comunismo intentaron reprimir este afán sexual y de vicio y hasta hoy en día la prostitución y el juego son teóricamente ilegales. Pero aún así la prostitución está a pié de calle, sin muchos disimulos, y el juego en todas partes, incluso en Macao es legal y tienen montado un pollo que está empezando a competir muy seriamente con Las Vegas. En cuanto a la pornografía, teniendo en cuenta lo impúdicos que son para algunas cosas, creo que si algún día la legalizan van a salir unas bizarradas de este país que ríete tú de los alemanes o los japos.

También les encanta beber y fumar y los que pueden, se meten de tiros hasta las orejas.
Vamos, que tienen un vicio que ni los Españoles. (a los que por cierto, me recuerdan un montón. Un día os explico esta teoría.)

Pero no quería yo hablar de comida? Pues si, por que si hay alguna cosa que les guste mas a los chinos que jugar, follar y beber, es: ESCUPIR. Y luego, COMER.

Comen a todas horas y todo tipo de mierdas o cosas deliciosas, depende.

Este es un tema que también iré actualizando a medida que vaya aprendiendo cosas nuevas, pero de momento os dejo con un resumillo de todo lo que he visto, probado o en muchos casos: EVITADO.

Empezamos por una cosa a la que me estoy aficionando mucho:

La comida Sichuanesa. O comida de Sichuan.



Sichuan es una región central de china tristemente famosa fuera de este país por los terremotos de hace unos meses. Antes de eso, Sichuan era famosa por su comida con guindillas ultra picantes y por sus mujeres, las cuales se dice que son las más guapas de China. (a juzgar por la camarera del restaurante Sichuanes que tengo enfrente de casa, estoy totalmente de acuerdo, aún que a juzgar por la cocinera, rotundamente NO.).

La comida sichuanesa se caracteriza por ser picante como el demonio, y los platos suelen ir marcados con 1, 2, 3, 4, 5 etc. guindillas según el nivel de hijoputez del que hagan gala. Igual que en los mejicanos.

De momento soy muy adicto al gongbao jiding: Pollo picante frito con cacahuetes, Dandan mian (dan dan noodles), revoltijo de huevos con tomates (tortilla francesa con tomates vamos), verduras fritas con guindillas, los Hot Pot y las sopas marinadas de pescado en aceite con todo tipo de mierdas ultra picantes.

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Los Hot Pot son unas cacerolas con carne hirviendo, te lo sirven en un camping gas incorporado en la mesa y cuando hace chupu chup, tu le hechas las verduras, noodles o lo que te de la gana y vas comiendo y te van echando agua.

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Toda esta comida pica como el puto demonio pero luego no sientes pesadez o cagarrutas o cosas de estas como en los mejicanos y los restaurantes Thai. Al menos a mi me sientan estupendamente de momento. Además es una comida que si se comparte, sale súper bien de precio. (si vas solo, te pondrán la misma cantidad, que no te terminarás ni de coña y por el mismo precio.)

En el de enfrente de casa nos comemos un plato de arroz (Mi fan), uno de judias frias con guindillas y sésamo y uno de gongbao jiding, mas una birra Suntori de 600ml que compartimos y pagamos como 2 euros cada uno. Excelente.

Los restaurantes sichuaneses tienen una carta extensísima, así que seguiré probando cosicas.

Mas cosas..bueno, por la calle esta lleno de paraditas de comida, gente con carros, agujeros en las paredes, o casas particulares con gente que prepara sobretodo noodles y unas bolitas como de pasta con carne dentro, realmente deliciosas que las calientan en unas cacerolas de madera. Todo esto vale 4 chavos y lo venden por todas partes. A veces también hay gente preparando especies de estofados y cosas parecidas que aún no he probado.

foto de tigazzo en 23/11/08
También hay paradas de castañas y de frutos secos deliciosos.

Hay una calle en shanghai Wujiang Lu, cerca del barullo cosmopolita de Nanjin Road, conocida como la “calle de la comida”, donde docenas de paraditas y locales ofrecen comida para llevar de todo tipo. Algunas cosas son súper apetitosas y otras da asco de solo verlas, algunas huelen estupendamente y otras apestan. Hay miles de pinchos morunos de todo tipo, bolas de pasta con pescado o carne dentro, polos de cualquier guarrada, dulces de todo tipo etc. Vale la pena pasear por esa calle y ver a los chinos haciendo colas enormes para comer su plato preferido. Sisi, haciendo cola. Aquí, no se por que, hacen cola.



En china es muy fácil saber si en un sitio se come bien (se entiende bien por rico y sabroso, y siempre bajo los parámetros chinos, no hablamos de saludable, sano, o fiable). Si está lleno, esta rico.

Pero en esta calle es un lío, por que un día hay una cola increíble en un sitio, y al día siguiente la cola es en otro. De momento no he desenmarañado el misterio.

En china tienen los restaurantes más enormes que he visto en mi vida. Algunos ocupan plantas y plantas enteras de edificios con comedores gigantes. Suelen tener lámparas enormes colgando del techo, mesas para 400 comensales y unos diez millones de camareros. (el tema del personal en china es muy exagerado, en cada negocio curran dos mil personas como mínimo.)

En estos restaurantes suelen organizarse banquetes, bodas y movidas parecidas, y las mesas tienen un cristal giratorio en el centro, como un giratuto gigante, para que todos los comensales puedan comer de todo sin volverse locos con los platos. Por que en china siempre se comparte la comida, y normalmente se piden tantos platos como personas más 3.

La comida que sobra puedes llevártela a casa, a la oficina, o donde te de la santísima gana. Pero seguro que sobra comida. Da igual por que lo mas seguro es que no la pagues tú. En los banquetes de negocios siempre te invitan por educación, para emborracharte y sobre todo para más adelante, a la hora de negociar, recordártelo.

En los banquetes de negocios el objetivo es confraternizar con tigo, conocerte personalmente, por que los chinos hacen totalmente al revés que nosotros, mezclan amistad y negocios. Si no les caes muy bien, estarán menos dispuestos a hacer negocios contigo y ahora que tienen a medio mundo llamando a su puerta, mejor que les caigas bien o no tendrán ningún problema en mandarte a paseo.

Otro objetivo es emborracharte salvajemente para ver como eres en realidad, ya sabéis que los niños y los borrachos no dicen mentiras.
Durante los banquetes se repiten los innumerables Gam Bei, o brindis con Baijú,un licor chino de arroz de mínimo 30 grados de alcohol, hasta que te agarras un pedo como el de Alfredo mientras intentas mantener la compostura y no comportarte como un cretino.

Si tienes suerte el chino de turno terminará K.O . antes que tu, pero se cuentan leyendas de verdaderas bestias pardas que no paran hasta que el adversario queda reducido a cenizas. En los varios banquetes que me ha tocado luchar, siempre he salido victorioso y con la dignidad no demasiado maltrecha, siendo felicitado fervientemente por las demás huestes combatientes. Pero por la mañana siguiente siempre he estado al borde de la muerte más absoluta mientras que ellos se levantan como si nada. Así que si no sois grandes bebedores, mejor decir que no bebéis alcohol directamente. Y no intentéis la excusa de la cerveza o la cena se convertirá en el juego de a ver quien se bebe mas birras en equipos de dos. Que ya lo intenté xd

En cuanto a la comida de los supermercados de barrrio, pues que queréis que os diga. En general todo se reduce a bollería de todo tipo, mikados, salsas a cada cual mas cerda, chucherias repugnantes, polos de carne, galletas de todo tipo, fideos de pote, fideos congelados, y fideos con carnes o diferentes mierdas envasadas o en pote. A mi personalmente ME ENCANTAN los fideos de pote. No saben a nada y son ultra radioactivos pero me encantan.

En otros tienen más variedad y encuentras verduras, lechugas, pollos y otras carnes envasadas.

Abundan los supermercados con productos occidentales pero a precios bastante caros así como tiendas de delicatesens regionales, ya sean centradas en un país o en varios.

En Jing An hay un Fresh market japonés donde venden de TODO de todo el mundo. Caro, pero interesante para darse un festín mas o menos occidental. (eso si, cosas españolas pocas, la marca España en China no vende una mierda de momento, al contrario que Francia o Italia que si que están bien posicionadas. España, siempre en cabeza, de cola claro.)

En cuanto a dulces y bollería así artesanal, tienen un montón de mierdas pero como a mi el dulce no me apasiona no he profundizado mucho.

En Shanghai hay restaurantes de todo tipo, mejicanos, americanos, franceses, españoles italianos, marroquíes, paquistaníes, etc. Algunos suelen ser muy caros, sobretodo los Franceses y Españoles (incluso hay un vasco que dicen que está muy rico.). También hay tailandeses que están tremendos y en algunos casos a muy buen precio.

Yo casi cada día como en un italiano que me dan una ensalada pequeñita, un panini (bocata vamos) de queso y jamón italiano con tomate muy rico y un vaso de agua por 5 eurtihmics. Que para ser un sitio western no está nada mal.

También hay Teppanyakis de come y bebe lo que quieras por unos 20 euros o menos. Yo fui a uno que estaba riquísimo.

Mcdonalds, Burguer Kings, KFC, Subway y demás los hay a cascoporro y a precios de broma.
Hay un montón de promociones cada día de brunchs, desayunos, comidas, cenas etc. con horas en las que es mas barato, platos reducidos de precio, packs de comida, etc. en muchas franquicias de comida mas o menos saludable tipo Blue Frog o Element Fresh o Wagas que no había visto ni oído en mi vida pero que al parecer son populares en el resto del mundo.

También hay cadenas de comida rápida china, algunos son Mcdonals de imitación (tipo Mcdowels xd) y otros son de comida china fast food, con platos de arroz y carne o fideos.

Tienen Starbucks (reales y falsos) y todo tipo de cafeterías de estas donde sirven café malísimo (igual que en Europa vamos) y otros miles de franquicias del palo.

Hay cientos de restaurantes que se las dan de comida de autor a precios vergonzosos y que no valen una putísima mierda (tipo botafumeiro y cosas de estas para pijos incultos) en zonas snobs y en hoteles de lujo. Sinceramente os los regalo.

Eso si, en las zonas poco céntricas todo se reduce a comida china. Ni Mcdonalds ni hostias.

Así que si sois unos finolis al menos en Shanghai podréis comer “normal”, pero para eso quedaros en casa sinceramente.

Shanghai Nightlife

Seguimos con más cosas Chinescas. Hoy toca el nightclubbing, que se que os gusta mucho.

La movida nocturna de Shanghai es bastante rica y variada, aún que para mi gusto le falta mucho para ser completa y verdaderamente interesante. Le faltan garitos de Rock, pop y electrónica independiente. Casi todo es o house vocal hortera para expats pijos y nuevos ricos chinos que se dejan los duros en los Lounge Bar de la city, hip hop a cascoporro para la muchachada china y techno marrullero o trancero para chinos y europeos con ganas de gresca.

En resumen es todo muy de postín o muy naive o conceptos mas bien anticuados.

También hay algunos sitios de jazz maistream y cosas así mas carcas que a mí me importan dos pepinos.

Tampoco me ha dado tiempo a ir a todos los garitos de Shanghai claro, pero algunos si que he visto y ninguno me vuelve loco de momento.

Barbarossa:
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Ya conté el otro día que se trata de un bonito edificio en medio de un lago en el parque de People´s Square. Es un sitio muy chulo, con restaurante, sofás para tomar algo tranquilamente y una jaima en el piso superior con una terraza preciosa.

En la zona de la jaima suele sonar hip hop, funk y otros ritmos parecidos, con una selección de temas no del todo apestosa. Difícilmente se oye basura tipo Beyoncee y tal y se decantan mas por un hip hop de cierta calidad y no tan mainstream, que tampoco es que me quite el sueño pero al menos no me dan ganas de resucitar a Hitler.

Como todos los sitios enfocados para expats y chinos de guita, es un sitio tirando a caro, con birras a 40-50 rmb (5/6€) y copas a 7/8€. Aún que para ir a tomar la primera o disfrutar del lugar de vez en cuando tampoco esta mal, pues de 6 a 8 hay Happy Hour.
Eso sí, como la mayoría de estos lounge bars en Shanghai, los camareros se creen que son alguien por currar ahí y son una panda de cretinos, haciendo posturitas absurdas y movimientos estupidos mientras sirven copas. También, como la mayoría de estos sitios, las putas camufladas abundan. Así que si terminas hablando con una china espectacular no cantes victoria muy rápido.

Lounge 18-Bar Rouge:

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Estos dos locales están en el Bund, una serie de edificios de tipo colonial a la orilla del Huangpu, enfrente del espectacular skyline de Pudong.

La verdad es que los locales tienen una decoración cuidadísima y mientras la terraza del Rouge posee una de las mejores vistas de Pudong de la ciudad, el aspecto del Lounge es inmejorable, de aspecto colonial inglés, juegos de baldosas preciosos, parquet, cristaleras con verjas de hierro forjado etc.

El problema son los precios, escandalosamente abusivos, el ambiente, formado por todos los expats forretis o que se las dan de forretis, chinos mas forrados aún e igual o aún mas cretinos que los extranjeros y cientos de putas undercover que te harán perder la noche pensando que has ligado. Los camareros una panda de rerasados as usual. No digo yo que uno no pueda ir aquí y pasarlo en grande de vez en cuando, pero vamos, igual que de vez en cuando mola ir a Barcelona a hacer el pijales. El Lounge 18 cuesta 100rmb (11 euros) la entrada, encima. (Dos veces que he ido me he colado no se como.). Tiene una zona para los más fantasmas de la clase donde puedes fumar puros y sentirte Roschild por un día, o una hora, que es lo que te durará el dinero en el bolsillo.

Velvet Lounge:

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Otro lounge para pijales y fantasmas. Este quizás un pelín menos snob, pero también caro.

El lugar es una casa al final de Ju Lu road, calle famosa por sus “bares de filipinas” al igual que Tonaren Lu, es decir, bares de copas donde puedes tirarte a las camareras básicamente. Aquí al menos sabes que son putas y no vas engañado.

El garito es chulo por que realmente tienes la sensación de estar dentro de una casa, de fiesta. Tiene una terraza muy amplia entre unos edificios y una zona ajardinada y en el piso superior aloja un restaurante italiano. Lo curioso es que la barra principal del garito también es donde está el horno de las pizzas del restaurante. Así que mientras le pides una copa al camarero imbecil de turno, tienes un tío al lado dándole brío a una Romanna doble de queso. Ambiente ex pat más bien puretilla pero más discreto, putas de undercover y gente que quiere tomarse una relajadamente en la terraza.

Sin:

Bueno, este local es nuevecito de trinca. Fuimos a la inauguración el jueves pasado y la verdad es que un éxito no fue. Al menos no para nosotros.

Esta en el piso 23 de un edificio de oficinas y ya en el ascensor una chinita monísima te dice hola y te sube al ascensor y toda la pesca. Sales del ascensor y dos chinas la mar de guapas te reciben y te acompañan hasta una occidental guapísima que te da la bienvenida te dice que está encantada de conocerte, te da la mano etc. A mí tanta pijada y tanta fanfarria para total pillarme un pedo me sobra bastante, así que decidí tocarles un poco las narices: Agarré a la occidental esta de la mano y sin soltarla le metí un rollo macabeo de 10 minutos, preguntando por su familia, de donde era, que tal los niños etc, sin dejarla responder ni decir nada y sin soltarle la mano. La tipa se fue poniendo nerviosa pues se le estaba acumulando gente en el ascensor, ya que al parecer las chinas tenían orden de no dejar pasar a nadie sin que mi nueva amiga los recibiera, pero ella seguía sonriendo mientras miraba asustada como se le acumulaba la gente. Yo llevé la broma tan lejos como pude hasta que me dio penica y la dejé libre mientras corría como loca para saludar a sus nuevos clientes. Pobre animal.

Bueno, ya dentro del local, fastuosamente decorado, enorme y muy bonito, una china nos acompañó hasta unos sofás donde nos colocaron muy amablemente. Me encontraba yo al borde del ataque al corazón mientras miraba la carta de precios, cuando un tipo con una desagradabilísima pinta de italiano fantoche con coleta nos dijo que no podíamos sentarnos ahí, a lo que respondimos que nos habíamos sentado donde nos habían mandado. A partir de ahí empezó una rocambolesca aventura grafica en la que nos marearon lo indecible para sentarnos en alguna parte, por que al parecer, tenías que sentarte, no podías estar de pié delante de la barra ni nada parecido, pero en todas partes donde nos sentaban, a los dos minutos venía el italiano y decía: No, aquí no podéis.
Finalmente una americana con poca paciencia que venía con nosotros le dijo al italiano: Creo que ya se donde podemos sentarnos. EN OTRO BAR. ADIOS.
Aplaudí con fervor la decisión y nos largamos de ese cuchitril para pijos y snobs.
Por supuesto me despedí de mi amiga de la puerta con un “me ha gustado tanto el sitio que me voy para poder volver a entrar”.

Dejamos ya de lado los Lounge estos y pasamos a los bares más normalitos.

Captains Bar:

Situado también en el bund, en un hotel para mochileros, es un sitio muy acogedor y bonito con una terraza pequeña pero con unas vistas espectaculares de Pudong.
Precios pasables, buen ambiente y música relajante. Muy fino para tomarse una de relax. Me gusta, no es nada pretencioso. Una joya oculta dentro del fantasmeo del Bund.

Windows:

Toda una institución en Shanghai. Birras a 1,5€, copas baratas, mucho chino, billares, música de todo tipo (normalmente Hip Hop), comida a buenos precios etc. Un sitio para juntarse unos cuantos a hacer la primera tranquilamente, especialmente en el Windows Underground, que da más sensación de discoteca.

El Windows de Jing An es mas rollo de tardes, aún que la primera vez que vine a Shanghai, terminé ahí a las 6 de la mañana de after, rodeado de negros raperos, travestis thai, chinos muy pedo y expats con ganas de alargar la noche. No se si siguen abriendo a esas horas.

The Beaber:

Bareto en la French Concesion de un australiano aficionado al Rock and Roll, Kit.

Uno de los primeros sitios a los que acudí durante mi primera y solitaria semana en Shanghai y uno a donde pienso volver a menudo por que a parte de gustarme el sitio, le estoy muy agradecido a Kit por darme conversación y birras gratis esa noche. (A parte de que tiene una camarera China que me vuelve loco.)

Encima el tal Kit suele cerrar a la hora del lechero así que es una buena alternativa a las discotecas.
Los precios son aceptables (sin ser un regalo) y tiene multitud de birras de todas partes.
Kit me estuvo contando las vicisitudes por las que tiene que pasar para mantener el local abierto: sobornos a la policía, algunos pagos a la mafia y otros que no son de la mafia pero se hacen pasar por mafiosos xd.

Zapatas:

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Restaurante mejicano en la French Concesion. Garito enorme y muy chulo, con una de las mejores terrazas de Shanghai. La comida es pasable y no está mal de precio y casi cada noche tienen un pollo montado.

Se llena de expats, chinos, putas undercover, etc. y cada hora las camareras se suben a la barra y te sirven tequila directamente de la botella a la boca. Es un local que en cualquier otra parte ni se te ocurriría asistir, pero a mi me recuerda a Lloret de Mar, así que me hace gracia. Además siempre conoces a gente interesante.

Bonbon:

Discoteca de techno y hip hop para chinos marrulleros y juventud expat. La única vez que he ido, la primera vez que vine a Shanghai, pinchaban Tiefshwartz, lo que ayudó bastante a formarme una buena opinión del local. Aún que lo que terminó de convencerme fue que valiera 10 euros con barra libre. Me agarré un pedo descomunal con Martí, hasta que en las barras ya no querían servirnos.

Es en estos clubs de chinos borrachos donde uno realmente descubre lo que es una fiesta CHINA. Los chinacos beben desconsoladamente, sin freno ni mesura, y eso unido a su baja tolerancia al alcohol hace que se pillen unas tortas descomunales en zero coma.
Los ves tambalearse y caerse, vomitando por los sitios o directamente dormidos encima de mesas, sofás, en el suelo o en el baño. Se quedan prácticamente inconscientes hasta que al rato ¡HOP! Se despiertan tan frescos y se toman otra, por que los jodidos no tienen resaca. Atiende.

El garito es bastante mono, con un sonido atronador, muchos sofás y palcos y zonas reservadas y una sala exclusiva de Hip Hop donde chinas bastante hotties mueven el booty de manera totalmente descompasada y arrítmica.

Que yo sepa, en el Bonbon se pilla cacho EASY. Xd

Al lado del Bonbon está uno de los miles de MT (Multitrack) de Shanghai.

Garitos ya totalmente para chinos marrulleros, con música hip hop/breack beat infumable a toda mecha, donde los chinos se agarran unas de escándalo y donde los pocos expats se agarran a las chinas, bailan con ellas como si fueran monos tití en plena cópula y si tienen suerte, se las tiran. Solo para ir muy pedo, con amigos y con ganas de perreo. Los locales son chulos y baratos.

Muse Park 97.

Hasta ahora uno de los preferidos de los Expats en Shanghai. Tipo Bonbon, MT pero con música menos escandalosa y con mayoría de público chino pero donde los expats eran bien aceptados. Incluso había conciertos en directo los viernes. Fuimos al otro día y parece ser que la cosa ha cambiado, mucho hip hopeo malo malo malo, poco expat y mucho chino con chino que no quiere saber nada de occidentales. Precios correctos, decoración bien. Chinas muy guapas y putas undercover one more time.(pero menos).

Sky:

Garitazo enorme y muy chulo donde suelen pinchar dj´s internacionales que se anuncian siempre como “El dj número X en la lista de mejores dj´s del mundo por la revista Dj Mag”, osease, Tiesto, Van Buren, Digweed, Sasha etc. que no son santo de mi devoción, pero que me temo será a lo máximo que podré aspirar por aquí.

Precios asequibles (5 euros el cubatilla, 3 la birra), público variopinto, mucho laser y sonido like a thunder.

Si no hay dj de turno está un poco vacío parece ser.

Aquí me pasó algo acojonante el sábado: Después de mear el tipo del baño me acerca una toalla, me abre el grifo y tal. (Algo normal en muchos sitios de china y por la que muchos ni siquiera piden dinero) pero luego el tipo, sin mediar palabra me agarra de la mandíbula y de la cabeza y me pega un viaje haciéndome petar el cuello como si hubiera partido una caña de bambú en dos. Y antes de que me entere de que está pasando me lo hace hacia el otro lado. La verdad es que aparte de flipando, me dejó como nuevo, pero luego se pasó de Bruce Lee y me intentó petar la espalda pero o no le salió bien o no era su especialidad por que me dejó hecho un cromo. Le di las gracias y me fui corriendo de ahí.


The Wall:
Al parecer, el único garito decente de todo Pudong.

Antiguo garaje reconvertido en discoteca, con la barra más larga de todo Shanghai, sonido atronador y un technazo mínimal pero con mucho bombo.

Lo mejor es que vale 6 euros con barra libre. Lo peor es que no va ni el tato por que está a tomar por culo. Pero cuando van buenos dj´s (o conocidos al menos) puede ser interesante.

Otros tugurios de la Nightlife:

Bares Cutres o bares de Filipinas:

Básicamente se encuentran en Tongren Lu y Julu Lu.

Son bares que encajarían perfectamente en Playa de Aro o en el port olímpic en cuanto a apariencia y precios, con la pequeña salvedad de que puedes tirarte a las camareras, o como mínimo, manosearlas y que te manoseen. Pero si quieres puedes tomarte una copa tan tranquilamente sin hacer nada, simplemente escuchando a alguna de las bandas filipinas haciendo mas que correctas versiones de clásicos del pop y del rock.
Hay algunos más abiertamente puteros que otros, y alguno ni siquiera tiene putas.
Hay chicas realmente guapas, pero deben estar más sucias que el palo de un gallinero, y no quiero ni imaginar donde te las tiras.

Casas de Masajes:
Bueno, de los masajes SOLO masajes ya hablaré cuando tenga más conocimiento. Pero la mayoría de lugares donde pone MASSAGE, la palabra es claramente un eufemismo.

Peluquerías:

Este fenómeno es curiosísimo.

Está lleno de garitos que se anuncian como peluquerías, pero en realidad son putis. Se distinguen de las verdaderas (y numerosísimas peluquerías) por que tienen los cristales borrosos de manera que el interior no se distingue muy bien y por que están open todo el día y la noche.

Lo mas curioso de todo es que a pesar de todo, si quieres realmente TE CORTAN EL PELO. Pero te lo cortan los chicos. En el resto de peluquerías también, pero ellas te hacen masajes en la cabeza. (la de arriba). Los niveles de higiene del lugar deberían disuadir al más temerario de adentrarse en estos lugares.

Pajillas:

Mis preferidos, y no por que haya ido, si no como concepto.

Lugares donde básicamente te la zurran. Ni más ni menos. Vas y una chica, señora, totalmente a boleo, sin especial atuendo ni maquillaje ni físico espectacular ni nada parecido te hace una gayola. Sinceramente no me llama la atención de ninguna de las maneras, por que si hay algo que se nos de bien a los tíos, es cascárnosla, así que no entiendo que interés puede tener nadie en que SOLO le hagan eso, y menos sin estimulo visual de ningún tipo. Por si eso no fuera suficiente, sin condón ni guantes ni nada.
Pueden esperarme sentadas.

(Toda esta información la se por terceras personas, o si os hace mas ilusión, lo se por que he ido, lo que prefiráis).

A medida que conozca mas sitios iré informando, de momento este finde voy al The Shelter, supuestamente de lo más underground the Shanghai, y no solo por que sea un refugio antibombas.

Cosas de Chinos.

Mi primera semana en Shanghai fue algo durilla. Estar solo tan lejos de casa en un sitio donde es casi imposible entenderse con la gran mayoría de la gente, donde el acto mas cotidiano y banal se convierte en toda una odisea no es algo fácil. Pero también es algo apasionante y emocionante. Aprender a desenvolverse, empezar a conocer gente, descubrir cosas completamente nuevas etc.

Y así estoy yo hasta el momento, descubriendo, aprendiendo, adaptándome y conociendo gente nueva todo el día.

Con el que más me relaciono ahora mismo es con mi compañero de piso Bryan, un americano de L.A. (creo que su casa esta ardiendo ahora mismo). Me gusta el tipo por que no es una carcoma ni un plomo y siempre que le propongo ir a cenar, o salir, o lo que sea me responde con su: Yeah! I´m up to that! Además se defiende en chino y tiene doce millones de amigos repartidos por Shanghai. Amigos que ni el sabía que están por aquí pero que no para de encontrarse en todas partes.

Yo por mi parte también he hecho algunos conocidos, como el amigo de los dos españoles que conocí en el aeropuerto, que muy amablemente me invitó a una cena con otros amigos suyos muy majos con los que terminé de pedo por la mitad de las discotecas de Shanghai.

Pero vamos, que cada día conozco a gente de todas partes, Israelíes puteros chiflados (este promete), Italianos ex raveros locos, mejicanos, yankees de todas partes razas y colores, chinas tremendas con acento de canarias, holandeses marrulleros etc.

Eso si, no se por qué pero los chino-americanos me caen fatal. Intentaré profundizar en este tema otro día.

Voy a pasar a relataros alguna serie de curiosidades de la idiosincrasia chinaca:

Escupen por todas partes y a todas horas es cierto. No tienen ningún tipo de miramiento ni vergüenza y como más ruidoso, espeso y flemático sea el escupitajo, mejor.
La elaboración del esputo es una tarea ardua y laboriosa que los chinos asumen con un estoicismo encomiable, y hasta se diría que con cierta oscura fruición. Empiezan amasando una copiosa cantidad de saliva en la boca para reducir la fricción del proyectil con los labios y la lengua, luego empiezan a regurgitar hasta la primera papilla con un sonido que parece como si alguien hubiera puesto un montón de canicas en un cubo lleno de blandi blup y lo agitara como una coctelera. El siguiente paso es inhalar unos 9000 m3 de aire que al expulsarlo empujará el amasijo de mocos, saliva y mierda acumulada en los pulmones por la polución y los siete millones de cigarrillos que se fuman al día. Como ya he dicho, tanto durante el regurgitamiento del esputo como durante la expulsión del mismo, la clave está en hacer el mayor ruido posible, y ahí es donde esta el partido amigos, ahí es donde el chino se gana el honor y la excelencia.

Da igual que vayas con el iPod escuchando a Extreme Noise Terror a toda tralla, nada en este mundo puede ocultar el sonido de un gargajo chino, y menos cuando estos se producen constantemente y a escasos centímetros de tu oreja.
Además, en china par algunas cosas son muy suyos y todos hacen lo que les da la gana sin importarles quién o qué tienen al lado. Es decir, que si el tipo quiere escupir, escupirá, y si eres tan imbecil de meterte en medio de la trayectoria del escupitajo, te escupirán encima. El que escupe tiene muchas otras cosas que pensar que en si le va a dar a alguien.
Igual que el que conduce un motocarro de tres ruedas por la acera, repleto de cajas y demás mierda, tiene otras cosas en las que pensar que en si te vas a apartar o no, en si realmente tienes tiempo o sitio material para apartarte, o ni siquiera en preocuparse por si le has visto, vas de espaldas, o vas con el iPod. Su preocupación es llegar no se sabe donde a hacer no se sabe qué así que mas vale que te apartes. Lo mismo se aplica a semáforos, pasos de peatones y cualquier espacio por donde un vehiculo o cosa mayor que tú circule.

Esta jocosa y divertidísima actitud de los chinos (la risa vamos) me crea no pocos conflictos cada día que pongo un pié en la calle, pues los chinos batallan cada centímetro de la acera con una fiereza y una tenacidad acojonantes. Que no se apartan ni a la de tres vamos. No se si es orgullo o mala educación, las dos cosas o es que simplemente son así y no hay que darle mas vueltas, pero es un coñazo. Y si a eso le sumas una serie de obstáculos como aceras en obras, motos y bicis y cajas aparcadas de cualquier manera, la cosa se vuelve desesperante.

Los chinos tienen un sentido del orden muy muy raro. Por ejemplo, las colas generalmente se las pasan por el forro. Puedes estar justo delante del mostrador que un chino alarga la mano y se te cuela sin ningún tipo de problema, y lo que es peor, la persona de detrás del mostrador le atenderá a el también sin problema. Cuanto mas tarde puedan atenderte mejor, solo que les vas a dar dolor de cabeza con tu lamentable nivel de chino o hablando en inglés o pidiendo cosas raras.

Pero luego, sorprendentemente hacen unas colas inmaculadas y perfectas para otras cosas.
Yo he llegado a la conclusión de que si no hay una cola formada, entonces campi qui pugui, a saco, sin piedad. Pero si la cola ya está formada y consta de varios miembros, luego la respetan.
Eso si, entrar o salir del metro, de un ascensor, de un edificio/local etc. es siempre una odisea. Además tienen una obsesión con optimizar el tiempo increíble. En los ascensores se suben a toda pastilla y le dan al botón de cerrar la puerta inmediatamente. Cuando faltan 8293 pisos para llegar al que se bajan ya se pegan a la puerta, pero pegados, y antes de que se abra ya se están apretando. A la que la puerta se abre ni que sea un centímetro ellos ya tienen medio cuerpo fuera y antes de que se abra del todo ya han salido todos. Bueno, eso si no hay gente intentando entrar, luego la cosa se convierte en una batalla campal de dimensiones épicas, que se salda con multitud de heridos y algunas muertes. Luego, siempre hay alguno que se queda junto a los botones del ascensor para que justo en el preciso instante que la última persona haya salido/entrado le dan al botón de cerrar la puerta, no sea que malgasten un segundo de su vida. Lo peor de todo es que no creo que esto sea una muestra de efectividad ni de ganas de trabajar y aprovechar el tiempo. Esto de los japoneses me lo creería. Pero en el caso de los chinos creo que básicamente se resume con la expresión: MARICA EL ÚLTIMO.

Otra cosa curiosa son los trabajadores de las múltiples obras, electricistas, mecánicos etc. Van todos en traje. Un tipo colgando de un andamio de bambú, a 300 metros de altura, sin atar, con casco, pegándole martillazos a algo y con traje. Su americana, sus pantalones de pinzas etc. Por que semejante gilipolléz? Por que no van con un confortable y practico mono de trabajo? Por orgullo. Por que creen que el traje les dignifica. Bien.

Otro sitio divertido son los pasos de peatones. Las calles en Shanghai suelen ser bastante grandes y con un tráfico infernal, y entre que la gente se salta los semáforos, que hay veinte millones de personas cruzando, que si giras a la derecha realmente puedes saltarte el semáforo etc, lo de cruzar la calle se convierte en un acto de vida o muerte. Por eso las autoridades han decidido plantar a una persona en cada cruce mas o menos conflictivo, encargada de hacer cumplir el orden y las normas de tráfico.

Pero los chinos, que esto de que les mande un mindundi cualquiera no lo llevan muy bien, suelen hacer caso omiso y cruzan cuando les da la gana, cosa que irrita de mala manera al vigilante de turno, que hace sonar su silbato con furia mientras gesticula como un loco hasta que el rebelde de turno vuelve a la acera. O no. Lo mismo pasa con motoristas y ciclistas con demasiada prisa como para detenerse en un estupido semáforo. Encantador.

Los baños también son un sitio encantador donde enamorarse de las costumbres chinas.

Tirar de la cadena no es precisamente una obsesión china, ni dejar los baños limpios, ni nada que se le parezca. Aparte de que su falta de pudor les permite mirarte el pito todo lo que quieran, hablarte o decirte tonterías, ponerse a limpiar el baño mientras meas, o cagar a tu lado como si fuera el fin de los días sin despeinarse.

Siguiendo con esta serie de agradabilísimas peculiaridades chinas (por supuesto tienen infinitas cosas buenas e increíbles, pero hoy me dedico a lo disgusting) está su obsesión por los pelazos. Ya sean ellos o ¡oh no, ellas!

Esta obsesión hace que ellos se dejen crecer los pelos de las pecas hasta el infinito y mas allá, pues es símbolo de sabiduría y de buena suerte. En ellas hace que muchas luzcan unos bigotes esplendidos y de todos los estilos, desde el clásico modelo “cantinflas”, pasando por el siempre elegante “caminillo de hormigas” o los modelos mas atrevidos pero no por ello menos populares como el nunca perecedero “a contraluz parece el lomo de un puerco espín”. Muchas de ellas también suelen lucir unas sobaqueras tupidísimas y negruzcas como una noche sin luna. Que bien eh?

Otra cosa que les encanta a ellas es desenredarse el pelo en el baño, dejando todos los pelos descartados encima de cualquier superficie, preferiblemente blanca para que así el poder del contraste entre la cerámica y los pelos negros sea más efectivo.

Después de todas estas cerdadas que os he contado, luego uno no entiende por qué cuando entras en casa de alguien te hacen descalzarte, no sea que les ensucies el suelo. Cosas de chinos…

Welcome to shanghai!

Bueno, esto ya se está demorando mucho; es hora de empezar a relatar mis chino experiencias que si no luego se me acumula todo. Vamos a ello pués.

A pesar de haber estado antes en Shanghai, fue solo durante una semana, la mitad de la cual la pasé visitando proveedores en otras poblaciones chinas así que lo que es la ciudad en si la conocía muy por encima, a pesar de que llevo 6 meses empollándome cada guía existente sobre la ciudad. Incluso el Heraldo de Tordecillas llevaba un articulo acerca del cultivo de pepinillos verdes en las orillas del río Huangu que leí con autentica devoción.

Los días previos a mi marcha me los pasé entre durmiendo y emborrachándome para no pensar demasiado pues mi acojone alcanzaba niveles estratosféricos, pero la mañana del día de mi partida una calma chica se apoderó de mi. Solo quería subirme al avión y dejarme llevar por los vientos elíseos (metáfora de Air France, para aquellos con poca sensibilidad poética) hasta esta oriental y extraña mega urbe que me acogería (o no) durante el próximo año.

Después de despedirme de mis queridos progenitores, de regatear fructíferamente con una preciosísima chica el precio del sobrepeso de mi maleta y de hacerme amigo de un empresario chino que iba a Shanghai a una recepción con el alcalde de Barcelona (que dices ¿por que no quedáis en el ayuntamiento ahí en plaça Sant Jaume?) me subí al avión, escala en París (es una putada que tu último contacto masivo con europeos sea precisamente con FRANCESES)vuelta al avión donde cené un delicioso plato de arroz con pollo al curri (adoro la comida de avión, en serio) y me quedé frito durante 10 horas seguidas gracias a una sobredosis de ansiolíticos y cerveza. Por mi unos terroristas podrían haber tomado el control, aterrizar en Palestina, ser aniquilados junto a la mitad de la tripulación por el MOSSAD y enviarlo de vuelta a China que no me habría enterado.

Una vez en el aeropuerto de Pudong tu vida se da la vuelta y caes en espiral por una madriguera de conejo, aterrizando de culo en China. Todos los carteles en inglés que quieras, aeropuerto modernísimo y un nivel mínimo de inglés si. Pero TODOS chinos, lleno de caracteres chinos, olor a china, tics y frikadas chinas. Es imposible abstraerse de que estás en la otra punta del mundo en un sitio donde eres muy, muy extranjero. Encima, solo.

foto de tigazzo en 6/11/08


Por suerte soy un tipo resuelto y en la caseta para cambiar dinero encontré unas victimas potenciales para mis propósitos.

Dos chavales jóvenes, con las letras ESPAÑA gravadas a fuego en la frente estaban haciendo cola para cambiar dinero, así que me puse detrás y a la mínima que pude me metí en la conversación.

En 20 minutos estábamos los tres subidos en el Maglev, el tren magnético que lleva del aeropuerto a la ciudad, contándonos nuestras vidas e intercambiando teléfonos. Well done Freddy!

Una pena que lloviera por que el Maglev no alcanzó sus famosos 430 km/hora y se quedó en unos discretos 320km/h (que ya quisiéramos para nuestro AVE).

El trayecto en taxi desde el centro de Pudong hasta el centro de Shanghai es una cosa impresionante, pasas de calles anónimas, todas iguales, oscuras y sin vida, a un sinfín de luces, coches, carreteras elevadas, edificios de mil formas y colores, neones, sonidos etc. que en ese instante, mezclado con la lluvia, nos trajo a la memoria la L.A. de Blade Runner.

Después de dar la vuelta por el impresionante ring de hasta 5 pisos de carretera que une la autopista con la ciudad, cruzamos algunas avenidas y llegamos a nuestro destino, nos despedimos y me fui al apartamento que había alquilado temporalmente.

Mas o menos tenía idea de por que zona estaba, cerca de Jing´an Temple, al lado de mi oficina, pero cuando el taxi me dejó en frente de mi Compound (Complejo de viviendas), no tenía la menor idea de donde me encontraba.

Encima llovía, hacía viento, era oscuro etc.

Llamé a la chica de la agencia que me había alquilado la habita y me guió por el compound hasta mi apartamento, donde una china me esperaba para darme las llaves. La tipa no hablaba ni un poco de inglés, así que no entendía nada de la situación ni podía hacerle preguntas. Finalmente llamó a la chica de la agencia y me contó que estaría solo todo el fin de semana, que hasta el lunes no venía nadie más. La china me dio las llaves, el password de la puerta de entrada y se fue.

El apartamento era bastante espacioso y bonito, y mi habitación mas grande de lo esperado, pero me sentía completamente solo y perdido en ninguna parte, sin saber que hacer. Me daba miedo que todo fuera un timo, que me fuera del apartamento me robaran mis escasas pero valiosisimas pertenencias y que no pudiera volver a entrar. Empecé a enparanoiarme y a pensar cosas raras hasta que decidí que le dieran por culo a todo y me salí a la calle a caminar hacia algún sitio que conociera para no sentirme tan perdido.

foto de tigazzo en 7/11/08

foto de tigazzo en 25/11/08


Era tarde, llovía y por la calle apenas había gente, además la calle de mi apartamento a Jing´An y a Nanjing Lu (sitios que mas o menos conocía) estaba completamente en obras, oscura y sucia, haciéndome sentir a mi aún más desamparado y dejado de la mano de dios.

Llegué a Jing´An donde la familiaridad del Templo y su viva iluminación me infundieron algo de ánimo, ¿O quizás era Buda que me daba la bienvenida, arropando un poco a un pobre laowai (así nos llaman a los extranjeros)?

Con un poco mas de ánimo camine durante media hora a lo largo de todo Nanjing hasta People´s Square, recordando esta concurridísima avenida comercial, una de las más transitadas del mundo, repleta de tiendas de lujo,restaurantes caros, bancos, hoteles, edificios de oficinas etc.

Como la lluvia estaba empezando a calar, decidí acercarme al Barbarrosa, un bar muy pijo pero bonito que hay dentro de People´s Square.

El lugar es una especie de lujosa casa de tipo pseudo marroquí, construida en medio de un lago que hay dentro del parque. Subí al piso de arriba, donde una jaima enorme alberga un bar siempre repleto de laowais, chinos adinerados y chinas buscavidas (éstas últimas están en todos los bares pijos de shanghai). Me tomé un par de cervezas a precios desorbitados y un ron con cola, pero el achispamiento no me produjo el efecto deseado, si no que me sentí aún mas solo y miserable. Entonces decidí que lo mejor sería ir directo al grano y meterme en el meollo de pies a cabeza. Pedí a un camarero que me escribiera en chino la dirección del Rouge.

El Rouge es un club super pijo en el Bund, que está formado por una serie de edificios coloniales enormes junto a la orilla del Huangu, enfrente de la espectacular y modernísima zona de Pudong, al otro lado del río, donde dos de los edificios mas altos del mundo se levantan orgullosos compitiendo entre ellos junto a otros no tan altos pero no menos impresionantes, presididos todos por La Oriental Pearl Tv tower, un pirulí repleto de luces de colores que cambian y bailan durante la noche.

foto de tigazzo en 11/11/08

La zona nocturna del Bund es realmente un pestiño, es solo para mega pijos forretis o chinos que quieren aparentar y muertos de hambre con ganas de dárselas de millonetis.
Eso si, el nivel de mujeres es absurdo y aquí estaba seguro de que podría hablar con alguien. Las putas de lujo.

Llegué al sitio, entré sin pagar aprovechando el despiste de un segurata y me apalanqué en la barra para pedir una copa. El sitio estaba hasta la bandera, con cientos de laowais de todas las edades bailando como locos a ritmo de House, mientras los chinos ricos bebían una botella tras otra de champagnes carísimos y vinos a precios ridículos sentados en mesas privadas.

Tal como esperaba, a los 3 minutos de estar sentado se me acercó una china despampanante, una cosa de otra dimensión y empezamos a hablar. Su inglés era más bien rudimentario y no daba mucha conversación, pero no tan poco como para que a los 3 minutos ya me preguntara si quería ir a su casa. Le dije que no y se fue. Fui al baño, me volví a sentar y otra china acojonante apareció a mi lado. Misma conversación, “de donde eres, cuanto hace que estás aquí, vienes mucho, vamos a casa” y mismo final, adiós. La verdad es que no me estaban salvando la noche precisamente. Pero luego ocurrió la primera de mis casualidades Shanghainesas. Por que Shanghai es una ciudad de casualidades. Ocurren constantemente a todo el mundo. Hables con quién hables te contará docenas de anécdotas en las que alguien se encuentra a un amigo de la infancia o a alguien del colegio o conoce a alguien que resulta que es amigo de su primo o cualquier otra de las combinaciones que se os puedan ocurrir. El caso es que antes de venir a Shanghai, estuve mirando apartamentos compartidos y contacté con una chica que alquilaba una habitación. Al final no me la quedé por que se me atrasó el viaje pero seguí en contacto con ella vía Facebook.

Así que menuda sorpresa la mía cuando la veo en medio de la multitud bailando como una posesa. Me levanté dejando a otra puta a media conversación y fui a hablar con la chica, que al reconocerme también alucinó bastante. Hablamos un rato y luego me dijo que se iban a otro sitio pero yo decidí que ya era hora de ir a casa, pues llevaba ya un tute bastante serio. Nos despedimos y me subí a un taxi. Mientras le mostraba la dirección de mi apartamento en chino al taxista, una tipa escandalosamente guapa se subió conmigo, a lo que le pregunté:
-¿Que haces?
-Acompañarte a tu casa.
Os mentiría si dijera que en ese momento, perdido en una ciudad desconocida, solo y con el morro y lo que no es el morro algo caliente, no se me pasó por la cabeza decirle que si, que adelante que la noche es joven y la ciudad está llena de máquinas de condones. Pero después de pensarlo detenidísimamente durante 2 milésimas de segundo le dije que no, que gracias pero que no.

Cerró la puerta y el taxi me llevó a casa.

La clave de entrada funcionó y aparentemente no me habían robado nada, así que algo menos nervioso me duché y me acosté, era hora de descansar.






Pues no!

Por que nadie había tenido la amabilidad o deferencia de contarme que los chinos duermen en PUTAS PIEDRAS.

Usan unos colchones extra durísimos, pero una cosa muy exagerada. Nivel de flexibilidad del orden del 0,3% máximo, una auténtica cabronada. Para que os hagais una idea, hay un anuncio en la tele china donde un tipo se despierta, levanta el colchón y tiene el traje debajo completamente planchado...

Por suerte mi cansancio se impuso a la incomodidad y me quedé frito inmediatamente.

Hasta las 6. Cuando la combinación entre amaneceres tempranos y falta absoluta de persianas en toda china me dieron una agradabilísima bienvenida a un nuevo día. ¡Gracias!